HISTORIA DE DOMÍNGUEZ, MI PUEBLO
HISTORIA DE DOMÍNGUEZ, MI PUEBLO
Relatos basados en trabajos de Osvaldo Quiroga y vivencias propias.
El 23 de septiembre de 1890, al habilitarse los
172 kilómetros del tendido de rieles del Ferrocarril Entre Ríos, de
Gualeguaychú a Villaguay, se inauguró la Estación Gobernador Domínguez, nombre de José María Domínguez, Gobernador de la Provincia Entre Ríos, quien sucedió a Justo José de Urquiza en ese cargo.
Los
ferrocarriles no sólo transportaban pasajeros, equipajes, encomiendas, cargas y
otros servicios; fueron formadores de pueblos y del adelanto de diversas regiones.
¡Miradlo! Va tragando distancias / parece
que apenas la tierra toca
y devorado por febriles ansias, / nubes
vomita de su ardiente boca.
¡Miradlo!
Es el guerrero del presente, / el genio armado de la nueva idea;
la luz del provenir brilla en su frente /
y su penacho de vapor ondea.
La zona en la que se desarrolló el pueblo
denominado Villa Domínguez y sus colonias aparece en la Historia de Entre Ríos
como establecimientos de campo de La Agricultora. S. A.; Herederos de Aurelio
Jorge; Policarpio de Elía; Herederos de Bravo; Eduardo Nadal; Rafael Escriña;
Santiago Arteaga; Pedro Espíndola; Honorio Quiroga; Medarda Urquiza de
Sagastume; etc., etc.
PROYECTO DE COLONIZACIÓN AGRARIA
Confiando en la invitación del Gobierno de la
República Argentina, según decreto presidencial del 6 de agosto de 1881, de
recibir a judíos de Rusia y otros países de Europa del Este, delegados del
barón Mauricio de Hirsch escrituraron el 25 de abril de 1891 las tierras
compradas a La Agricultora S. A., y a otros propietarios para fundar colonias
agrícolas con inmigrantes provenientes de esos países.
En tierras del Departamento Villaguay de la
Provincia de Entre Ríos fundaron una apreciable cantidad de colonias que denominaron
Clara, nombre de la esposa del barón de Hirsch, el filántropo que destinó
grandes sumas de dinero para ese plan.
A partir de la inauguración de
la Estación Domínguez, del Ferrocarril Entre Ríos, comenzaron a asentarse los
primeros pobladores en las inmediaciones de la Estación Domínguez.
El 24 de agosto de 1891, se
inscribió en Londres la Jewish Colonization Association como sociedad anónima
filantrópica. Su capital, de dos millones de libras esterlinas fue suscrita,
casi en su totalidad, por el generoso barón Mauricio de Hirsch.
Sus
estatutos establecen que su propósito es facilitar la emigración de habitantes
de origen judío de países en los que son discriminados por leyes restrictivas,
hacia otras regiones del mundo, en los que rige el amparo de los derechos
inherentes a los seres humanos. A ese efecto, la entidad establecerá colonias
agrícolas en países América y de otros continentes.
Su carácter filantrópico se manifiesta al
establecer que los bienes de la sociedad y todos sus ingresos serán destinados
exclusivamente a realizar el objetivo señalado. De ninguna manera, directa o
indirecta, miembro alguno de esa Asociación tendrá primas o dividendos a su
favor".
LLEGAN LOS INMIGRANTES
En marzo de 1892 llegó a la Estación
Gobernador Domínguez el primer grupo de 245 familias de inmigrantes judíos
provenientes de la Rusia zarista arribando al país en el vapor
"Pampa" (se
autodenominaron"pampistas").
Se los
destinó a las colonias San Gregorio, Rajil, Rosch Pina, Barón Hirsch, Carmel, Eben
Haroschá, Kijat Arbah, Ydah y Miguel. Todas ellas en zonas se halla
relativamente cercanas a Estación Domínguez y al pueblo La Capilla, del
departamento Villaguay.
Simultáneamente otro grupo fue al
Departamento Colón para asentarse en la
Colonia
San Antonio.
En ese año (1892) se habilitó un hospital en
una casa existente a mil metros de la Estación Domínguez, que denominaron
"La Barraca", donde se instaló un médico contratado por la Empresa Colonizadora
del barón de Hirsch: el doctor Noé Yarcho y su esposa María Sajaroff, (hermana del Ingeniero Agrónomo Miguel
Sajaroff, quien, años después, fue el gran motivador del cooperativismo).
Otros contingentes fueron a las colonias
Espíndola, Desparramados, Collin y Perlisa.
Cuarenta familias se establecieron en Colonia Barón Guinzburg.
Ciento treinta familias arribadas a fines de
1894 y comienzos de 1895 se las destinó a Sagastume, Jurado, Barreros, Achiras,
Las Moscas y Leven.
Hacia el año 1900 ya se hallaban
instaladas un total de 452 familias en las 80.283 hectáreas de los distintos
asentamientos que constituían la Colonia Clara, cuya sede administrativa quedó
instalada en Domínguez.
¡Oh, mi pueblo fecundo,
maravilla del tiempo;
gente agreste que al
canto lo lograron sin voz,
porque cantó el paisaje
que fecundaron siempre
con las manos labrando y
la mirada en Dios!
En uno de los contingentes
llegaron algunos inmigrantes enfermos de fiebre tifoidea. El doctor Noé Yarcho
los alojó en la Barraca donde, con la colaboración de su buena esposa, atendió a
los enfermos.
Varios de ellos fallecieron.
En 1942, el diario La Prensa
publicó una nota destacando que Noé Yarcho fue el primer médico que llevó un
minucioso registro sobre los enfermos de fiebre tifoidea en la última década
del pasado siglo.
Esos fueron los primeros estudios importantes
que se hicieron en la Argentina sobre dicha enfermedad.
LAS COSECHAS
Imaginemos -continúa Osvaldo
Quiroga- cómo, poco a poco, ocupaban los espacios en los que hasta entonces
sólo había ñandubays, espinillos además de otros árboles y los pajonales típicos de la
flora entrerriana, en dispersa expansión de la impenetrable Selva del Montiel,
que se extendía por kilómetros a ambos lados del río Gualeguay, que corre de Norte a Sur por el centro de la Provincia de Entre Ríos.
(Vale acotar
que la Provincia de Entre Ríos tiene unas dos mil corrientes de aguas, por ser
una gran llanura ondulada por tres grandes cuchillas y miles de lomadas).
En 1895, la falta de lluvias
hizo fracasar las cosechas truncando ilusiones.
El crecimiento de pueblo se
extendía hacia el Este del camino de tierra paralelo
a las vías (a 200 metros) se desarrollaba al ritmo de las distintas colonias genéricamente llamadas Colonias Clara.
La cosecha de 1896 fue
favorable; pero se perdió la de 1897 agravando la crisis económica general que
afectaba a la provincia de Entre Ríos.
Domínguez se convirtió en el
centro neurálgico al que acudían los que vivían en las colonias, donde las
viviendas, a ambos lados de una calle central, se hallaban unas cercas de otras, para estimular la vida en comunidad. Las parcelas de
labranza, que, inicialmente fueron de 50 hectáreas para cada colono, se hallaban en inmediaciones de esos asentamientos.
Aún quedan unos pocos cercos de
tunas en los alrededores del pueblo, que fueron trasplantados para formar
cercos que los resguarde de los vientos del sur.
Con frecuencia se suele escuchar
a descendientes de aquellos pioneros elogiar la valiosa
ayuda que les brindaron los gauchos, en quienes encontraron a compañeros fieles en los que confiaban plenamente.
Los colonos preferían contratar a gauchos como ayudantes para las tareas rurales. Así surgió una amistosa relación entre empleador y empleado y la transculturación en hábitos y costumbres que pronto surgieron "los gauchos judíos" y los hijos de sus mensuales asistiendo a la escuela rompiendo el mito de “que los hijos de peones serán peones y las hijas sirvientas”. Fueron unos cuantos los colonos que acordaron
con sus mensuales gauchos. en recibir para los fines de semana una suma limitada de su sueldo cada fin de semana, para no gastar demasiado en el boliche, apuestas en carreras de caballos u otros entretenimientos, y que sea su mujer quien recibía el resto de su sueldo, para destinarlo a atender las
necesidades del hogar: alimentos, vestimentas, útiles, etc.
Yo veía a hijos de colonos y de mensuales, llegar a la escuela en el mismo sulky. Esa actitud igualitaria prevalecía en el aula y en los recreos. En mis seis años de escuela primaria de Domínguez, mi pueblo entrerriano, no supe que haya habido actitud discriminatoria alguna.
Yo veía a hijos de colonos y de mensuales, llegar a la escuela en el mismo sulky. Esa actitud igualitaria prevalecía en el aula y en los recreos. En mis seis años de escuela primaria de Domínguez, mi pueblo entrerriano, no supe que haya habido actitud discriminatoria alguna.
POBLACIÓN
La evolución del pueblo fue paralela al de
sus colonias cercanas.
El pueblo de Domínguez se convirtió en el
centro neurálgico al que acudían los habitantes de la zona y de las colonias
para abastecerse de mercaderías en sus comercios, despachar y retirar cartas en el
Correo, que no era más que una estafeta postal, porque el servicio de
telegramas lo prestaba el Ferrocarril.
Con el transcurso de los años,
nuevos grupos familiares se instalaron en el pueblo. En principio en
viviendas precarias, que edificaron después de sacar de raíz árboles
espinosos, (talas, espinillos, ñandubays) típicos de la región.
Nadie olvida los relatos de sus
ascendientes sobre el generoso proceder de los gauchos entrerrianos hacia los
inmigrantes. Con la integridad de la nobleza gaucha se brindaron íntegramente para enseñarles
con paciencia todo lo referente a las tareas del campo, algo que esos inmigrantes desconocían. - ¿Quién mejor que los gauchos para enseñarles a talar montes, arar
con el arado mansera con bueyes ariscos, ensillar, montar a
caballo, domar potros, hacer lonjas de cuero para fabricar arreos, trenzar lazos y otras mil
tareas?
Esa solidaridad no la olvidan
los descendientes de aquellos inmigrantes; ya que frecuentemente se escucha a los
nietos de aquellos pioneros ponderar la valiosa ayuda de los gauchos, ya que en
ellos encontraron compañeros fieles en los que confiaban plenamente
reconociendo sus virtudes.
En 1897 el agrimensor y
urbanista francés Arístides Sol proyectó el trazado del pueblo a semejanza de
la Plaza l´ Itoile de París , donde ocho calles parten como rayos de sol de su
plaza circular de 200 metros de diámetro.
A partir de 1909 la Empresa Colonizadora
J.C.A. comenzó a vender a particulares, sin distinción de raza o credo los
solares aledaños a la Estación Domínguez, otorgándoseles facilidades de pago a
quienes se instalarían para dedicarse al comercio, industria, artesanías, etc.
LA VIDA INSTITUCIONAL
En el sistema sanitario se
destacaba la filantropía del doctor Noé Yarcho con su hospitalito La Barraca, a
800 metros de la Estación Domínguez.
En 1892, se lo denominó Hospital
Clara, nombre de la esposa del generoso filántropo barón Mauricio de Hirsch.
El doctor Yarcho contaba con su
voluntad de hierro para atender a los enfermos. Los medios de comunicación eran
deficientes y la mayoría de los habitantes carecía de lo indispensable para la
vida.
El médico no tenía descanso, no
obstante ello, siempre estaba dispuesto a atender a pobres o ricos; judíos y no
judíos, al matrero montielero, a todos con igual dedicación. Viajaba grandes
distancias en su volanta guiada por su cochero apodado Juan Largo para llegar a
las humildes viviendas en las que requerían su presencia. No los detenía los
arroyos crecidos, ni los intensos fríos, ni las tormentas; él siempre llegaba para
atender a los enfermos.
En mi niñez supe de un hombre santo que se
llamó Noé Yarcho,
Con su mirada hacía renacer la fe, y
con su saber, brotaba la salud.
De su espíritu incansable e imbatible, después de una larga jornada entre
pacientes llegó el doctor Yarcho a Domínguez para apoyar la idea de su cuñado
Miguel Sajaroff para fundar una
biblioteca. Resuelto ese tema viajaron a La Capilla para tratar importantes
asuntos en la reunión de la Cooperativa Agrícola Fondo Comunal.
La vida colectiva comenzó a dar sus frutos; al
edificio de la Cooperativa Fondo Comunal se le sumaron el de la Alcaldía, el
policial, más comercios y talleres de artesanos; a las viviendas de los
empleados del Ferrocarril se agregaron las nuevas viviendas particulares.
En el pueblo y en las colonias
había escuelas, bibliotecas, salones de culto y otros. El florecimiento
cultural se acentuaba en el pueblo y en las colonias.
La integración con el medio pueblerino se
concretó en 1908 al fundarse la Biblioteca Domingo F. Sarmiento y, a partir de
1911, el Club Barón Hirsch.
En Domínguez había varios
almacenes, tiendas, acopiadores de cereales, zapateros, herreros, carpinteros,
talabarteros y expertos en otras artesanías.
El elemento humano que
constituía la población de Domínguez estaba conformado por criollos cristianos,
inmigrantes judíos, y rusos alemanes, entre los que había católicos y protestantes.
El 31 de julio de 1912, a la
temprana edad de 49 años, la muerte arrancó de su noble tarea al doctor Noé
Yarcho.
Y el dolor envolvió a Domínguez. ¡Ay querido doctor Yarcho!
Tu recuerdo imperecedero palpitará en
todos los corazones
de tu pueblo, y también en el del
gaucho bravío del Montiel.
OTROS HECHOS DESTACABLES
En los primeros años de la
década de 1920 se construyó la sinagoga, y adjunto a ella, un aula para la
escuela hebrea.
En 1924 la Biblioteca Domingo F.
Sarmiento se adhirió a la Federación de Bibliotecas Populares de Ente Ríos
obteniendo su personería jurídica.
En la década de 1930 se
incrementó la cantidad de rusos alemanes gracias a un nuevo sistema de
colonización implementado por los Herederos de Aurelio Jorge, propietario de la
mayor parte de la tierras situadas al Oeste del tendido de rieles del Ferrocarril
Entre Ríos; que se extendían desde dos kilómetros antes de Estación Gdor
Domínguez hasta el arroyo Bergara.
FUNDACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA
“El 30 de abril de 1935, en un
terreno de 10.000 metros cuadrados, donado por Manuel Aurelio Jorge, se
procedió, con ceremonia solemne, a colocar la piedra fundamental de la capilla
del pueblo de Domínguez, bajo el patrocinio de San Manuel mártir, como primer
patrono y de Santa Catalina de Siena, virgen, como segunda patrona.
Se firmaron cuatro actas, la
primera para el archivo de la Parroquia Madre de Santa Rosa de Villaguay, la
segunda para el Arzobispado, la tercera para el archivo de la Comisión de esa
Parroquia y la cuarta copia fue depositada en el interior de la piedra
fundamental para perdurable memoria y como señal de súplica humilde y sumisa y
ferviente plegaria del vecindario, pidiendo al Señor, quiera ser misericordioso
con todos los que concurran a ese recinto sagrado a implorar su gracia y sus
mercedes.
Firmaron las actas citadas: Fray Reginaldo Saldaño Retamar, Padre Ángel
Taquela, Leonardo Gregorio Pascaner, Atilio Carmona, Emma Carmona, Santiago
Obholz, Benedicto Biondi, Emilio Favre, Adán Obholz, Sebastián Binsak, Cándido
Romero. (Hay otras dos firmas ilegibles).
Considero oportuno comentar que
en aquel entonces mi padre, Leonardo Gregorio Pascaner, era el Jefe de Estación
Domínguez desde 1924.
En 1934 fue designado Presidente Honorario de
la Junta de Fomento antecesora de la
Municipalidad) y luego, reelecto por tres períodos consecutivos.
Desde esa función gestionó ante
los herederos del terrateniente Aurelio Jorge la donación de una manzana de
tierra para la edificación de la Iglesia. Esa actitud fue valorada por las autoridades
eclesiásticas otorgándole a mi padre el honor de firmar las actas de su fundación
e invitándolo a los oficios religiosos.
* * *
RECONOCIMIENTO A MI PADRE
Nota publicada en un órgano
Oficial de la Provincia Entre Ríos
JUNTA DE FOMENTO DE VILLA DOMINGUEZ
“Es ésta, una de las
instituciones municipales que, en realidad hacen honor a nuestra provincia por
su acción progresista y beneficiosa en pro del vecindario y de la población.
La falta de espacio, nos inhibe poder hacer,
un estudio completo de la labor fecunda y benefactora de esta Junta, la que
todo lo ha previsto; empezando los mataderos (de
animales para consumo), luz eléctrica,
educación laboral con funcionamiento de cursos varios, subvenciones, arreglos
de calles, obras sanitarias higiene general de la Villa, etc.
Sus autoridades son los señores Leonardo
Gregorio Pascaner, Miguel Schapira y Vidal Brusilovsky, cuatro concejales, un
secretario, un inspector municipal y un auxiliar de contaduría.
El Presidente, señor Pascaner, es un
intelectual que descuella por su acción meritoria y proficua al frente de la
Junta.
Para él, lleguen los plácemes reservados
para los verdaderos pioneros de la grandeza y prosperidad provincial; y para todos los que lo secundan nuestros más
cordiales augurios de felicidad, ya que a su vez denotan poseer un alto
espíritu de patriotismo y de empresa.
* * * oscarpascaner.blogspot.com.ar